Después de sobrepasar el límite del pinar, tan sólo las islas de Tenerife y La Palma ofrecen aún una vegetación variada y especializada. A ello hay que añadirle algunos testimonios de matorral de montaña que se encuentran en las cumbres de Gran Canaria, pero que no constituyen un piso de vegetación en sí.
Por encima de los 2.000 metros de altitud, la vegetación ha tenido que adaptarse a unas condiciones climáticas duras, como escasez de precipitaciones que durante el invierno aparecen en forma de nieve, heladas, alta oscilación térmica, fuerte insolación con mayoría de días despejados a lo largo del año, fuertes vientos, etc.
A este paisaje pertenecen as retamas y los codesos.
A este paisaje pertenecen as retamas y los codesos.
Por: Daniel Pérez y Orlando Acosta
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